Por Franklin Castillo
Tras 13 años de espera, los habitantes de la provincia Barahona y zonas aledañas, podrán materializar sus sueños, al despertar este sábado y ver en funcionamiento una de las obras de infraestructuras más ambiciosa anheladas, la cual impactará significativamente con en el desarrollo social y económico, no solo de esa demarcación, sino, de parte importante de las cuatro provincias que conforman la Región Enriquillo.
La construcción de la presa de Monte Grande, con una inversión superior a los US$623.4 millones, deja dos importantes lecturas: evidencia el interés y compromisos expreso del presidente Luis Abinader con el desarrollo de la Región Sur del país, y la de un mandatario que desde sus inicios asumió una nueva manera de gobernar asumiendo una verdadera política de Estado, dando continuidad a las obras inconclusas iniciadas en pasadas administraciones.
El denominado Proyecto Monte Grande, el cual incluye diferentes facetas, fue iniciado en febrero del 2010 por el presidente Leonel Fernández y luego retomado en el 2014 por Danilo Medina, y luego en el 2021 entendiendo su importancia, el actual mandatario dispuso el reinicio de los trabajos, los cuales se encontraban en fase de construcción de un 40%.
Durante ese proceso, el cual tuvo plagado de supuestas irregularidades y cuestionado por la Comisión de Ética de entonces, presidida por el doctor Marino Vinicio Castillo, por sobrevaluación, le costó al Estado un significativo incremento que sobrepasa el 35.47% del valor inicial de la obra.
La presa de Monte Grande, además de su incidencia en el desarrollo agropecuario, impactará en las condiciones sociales y de salud de más de 400 mil habitantes, los cuales disfrutar de un suministro adecuado de agua potable, un mayor control de las inundaciones producidas por las aguas del río Yaque del Sur, y la pesca y la producción hidroeléctrica.
El proyecto también incluye la construcción de unas 390 viviendas para beneficiar a familias que habitaban el área de embalse donde se levantó la obra, asentamientos agrícolas en las comunidades de Monte Grande, Los Guiros, La Meseta y San Simón, así como también la rehabilitación del canal del municipio de Cristóbal, de la provincia Independencia.
La obra construida por la empresa brasileña Andrade Gutiérrez conjuntamente con la empresa dominicana Servinca, también impactó la presa de Sabana Yegua, especialmente en la cuenca del río Yaque del Sur, el cual suple las mismas.
Con la recién inaugurada obra, y la apertura del puerto de Cabo Rojo en Pedernales, la terminación de la circunvalación de Azua, y construcción de la de Van, así como la inversión de cuatro mil millones en el Plan de Desarrollo de la provincia San Juan, evidencian lo anteriormente expuesto, de que sin duda estamos frente al presidente que más se interesado por la región Sur del país.