Santo Domingo, RD.-El presidente de la Fundación Transparencia y Democracia, César Matos Díaz, rechazó este viernes que en el país se despenalice el consumo de marihuana o algún otro tipo de drogas contempladas en la Ley 50-88 sobre Drogas y Sustancias Controladas.
Matos Díaz recordó a los sectores que simpatizan con esa idea que “nuestra nación fue el primer país en América Latina en tener la primera universidad y la primera iglesia catedral en impartir y promocional las sagradas escrituras”.
Asimismo, se quejó de que instituciones que tienen décadas batallando contra el consumo de esas sustancia ahora cambian de opinión y abrazan la idea de la legalización.
“Nuestro país no puede copiar legislación de otros países que han adoptado leyes para permitir que sus ciudadanos puedan consumir esa droga, no sabiendo que con ese libre albedrío afilan cuchillo para su propia garganta, en razón de que los jóvenes empiezan consumiendo marihuana y continúan con heroína y fentanilo, convirtiéndolos en guiñapos para su familia, por tanto una gran legión consumirían gran parte del presupuesto destinado al sector de salud para ser usado en esos adictos”, explicó el jurista Matos Díaz.
El representante de la sociedad civil, llamó a todos los sectores a una gran alianza y cruzada nacional en contra de ese proyecto que será un duro golpe para un país, que es sumamente cristiano que cree en Dios.
“Es decir somos un país que desde nuestro nacimiento abrazamos la cristiandad, la educación en valores para de esa forma fortalecer la familia y así tener una sociedad más sana y sin droga”, dijo.
Sostuvo que la legalización de la marihuana y otras sustancias nocivas a la salud mental y física, son tan desfavorables que causan deterioro y destrucción de la persona y su entorno, porque desequilibra la mente, afecta la salud, fomenta la violencia y causa división de la familia y el individuo pierde el control de sus acciones.
Mediante una nota, Matos Díaz llamó a los legisladores a que ni siquiera pongan en agenda ese tema de legalización de las drogas, porque la sociedad dominicana no se lo perdonaría.