Cura de tres días para la hiperacidez gástrica

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Las personas que sufren un exceso de acidez saben lo desagradable, e incluso doloroso, que puede ser este trastorno digestivo. En general se puede sobrellevar con una buena alimentación pero, en algunas ocasiones, podemos tener una crisis de hiperacidez difícil de calmar.

En este artículo te proponemos una cura de tres días a base de unos alimentos medicinales excelentes y muy efectivos para combatir el exceso de acidez gástrica y sin efectos secundarios.

Cuidado con el bicarbonato sódico

Lo más habitual en estos casos es tomar bicarbonato de sodio o bien algún medicamento con efectos alcalinizantes similares. No obstante, debemos saber que este remedio puede usarse muy puntualmente ya que, si recurrimos a él a menudo, a la larga podemos tener graves problemas de salud.

El estómago es naturalmente ácido, debido a su contenido en ácido clorhídrico y, aunque podamos tener un exceso de acidez, la solución de tomar soluciones muy alcalinizantes puede ir dañando el pH ácido del estómago, el cual es imprescindible para una buena digestión de los alimentos.

Con el tiempo, por lo tanto, podríamos empeorar nuestras digestiones y predisponer al estómago a padecer múltiples enfermedades, entre las cuales se incluye el cáncer.

Una cura milagrosa

Del mismo modo que te proponemos prescindir del bicarbonato de sodio y de otros medicamentos, también te proponemos una alternativa totalmente natural y sin efectos perjudiciales para tu sistema digestivo.

Esta cura no solo calmará la hiperacidez gástrica, sino que también te permitirá fortalecer el sistema digestivo y prevenir otros ataques de acidez. Sigue estrictamente los pasos que te proponemos a continuación.

Un antiguo remedio

El primer paso para realizar esta efectiva cura medicinal consiste en tomar cada día, en ayunas, el jugo de media patata cruda (unos 50 ml) mezclado con una cucharada sopera (15 ml) de aceite de oliva virgen extra.

Este antiguo remedio tiene propiedades alcalinizantes y antiinflamatorias que actúan rápidamente, desinflaman y combaten la acidez de todo el tracto digestivo.

Esta cura se puede seguir hasta nueve días. Después haremos un descanso de varios días y, si tenemos necesidad, volveremos a repetirla. La patata debe estar bien lavada y pelada, y debemos vigilar que no tenga brotes, ya que podría resultar tóxica. Algunas dietéticas también comercializan este jugo ya preparado, para una mayor comodidad.

Los cuatro alimentos milagrosos

Hemos seleccionado cuatro alimentos que, por sus cualidades medicinales, son los más adecuados para realizar una cura de tres días. Esta terapia nos ayudará a regular el pH estomacal, reducir la acidez y mejorar toda la función digestiva. Además, también nos permitirá depurar el organismo, lo cual es conveniente hacer al menos una vez al año.

¿Qué alimentos son?

Patata: Como acabamos de comentar, la patata es el gran antiácido natural.

Col: La col ayuda a cicatrizar las úlceras, pero hay muchas personas que no la digieren bien si está cruda. La tomaremos cocida con una pizca de comino, en crudo pero macerada con una vinagreta, o bien, en forma de chucrut.

Zanahoria: Alivia la acidez de estómago y normaliza su pH. De esta manera también previene úlceras gástricas.

Manzana: Esta fruta es excelente para la salud en general y se puede combinar con todos los alimentos, ya que se considera neutra. Es ideal para cualquier trastorno digestivo.

¿Cómo hacemos la cura?

Durante los tres días que decidamos, en los cuales deberíamos evitar esfuerzos importantes, solo consumiremos, en ayunas, el remedio a base de jugo de patata cruda y aceite de oliva, y los cuatros alimentos que acabamos de mencionar.

La patata, la col, la zanahoria y la manzana las podemos cocinar de diferentes maneras para que la cura sea más llevadera, ya que no consumiremos ningún otro alimento.

Podemos cocinarlas cocidas, al vapor, al horno, ralladas crudas a modo de ensalada o bien en jugo.

El cuarto día mantendremos todavía estos alimentos, pero empezaremos a incorporar los que forman parte de nuestra dieta habitual de manera progresiva.

Evita, en especial, consumir demasiado pronto los que resultan más perjudiciales: leche y derivados, fritos, harinas refinadas, azúcares, alcohol, café, carne roja y embutidos. Tomado: mejorconsalud.com

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