Autoridades de Panamá y El Salvador solicitaron este viernes en la II Conferencia sobre Nutrición que el aspecto forme parte de la agenda social y política de los países para el desarrollo sostenible post 2015.
La embajadora de El Salvador ante la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Aida Luz Santos de Escobar, aseveró que su país ve la nutrición como elemento fundamental para el desarrollo humano y hace un gran esfuerzo por lograrlo con políticas de inclusión social.
En la última jornada de la cita, organizada por la FAO y la Organización Mundial de la Salud e inaugurada este miércoles, la diplomática salvadoreña reclamó privilegiar la cooperación técnica y financiera para garantizar la nutrición y seguridad alimentaria, principalmente en el marco de la agricultura familiar.
También llamó a crear nuevos marcos jurídicos que respondan a la transformación, para la construcción y cumplimiento de las obligaciones contraídas a nivel internacional, con políticas públicas multisectoriales con enfoque de derechos humanos, encaminadas a la consecución de la alimentación adecuada.
Comentó que su país ejecuta varios programas que promueven la lactancia materna, la alimentación escolar y la distribución de productos biofortificados, aunque le quedan muchos retos para erradicar el hambre y la malnutrición, los que son obstaculizados por las sequías, tormentas tropicales y enfermedades en los cultivos.
También el secretario general del Ministerio de Salud de Panamá, Luis Vega, destacó las estrategias de su gobierno para combatir la desnutrición y la obesidad, en tanto admitió que a pesar el arduo camino transitado tienen delante importantes desafíos.
Significó que Panamá ha experimentado un alto crecimiento económico -de los mayores de Latinoamerica-, sin embargo, reconoció que existen importantes brechas y desigualdades que impiden un ágil avance de todos los grupos humanos, sobre todo de los más vulnerables.
La nación istmeña destinó en 2013 un 47,2 por ciento del gasto total al sector social público -algo más del 20,1 por ciento del producto interior bruto-, lo cual impacta positivamente en la reducción del coeficiente de pobreza en más del 60 por ciento en comparación con 1991, indicó.
En ese país la desnutrición crónica afecta al 19 por ciento de infantes menores de cinco años, mayoritariamente indígenas y habitantes de áreas de difícil y muy difícil acceso, de acuerdo con los datos presentados por Vega en la cita de la FAO.
En el foro, que concluye hoy, diferentes líderes internacionales se pronunciaron sobre la necesidad de adoptar medidas precisas para hacer frente a esos problemas.
A 22 años de la realización de la primera cumbre sobre el tema, las naciones participantes aprobaron la Declaración de Roma, en la cual se consagró el derecho de toda persona a tener acceso a alimentos inocuos y suficientes.
Ese documento comprometió a los gobiernos a prevenir la malnutrición en todas sus formas, incluyendo el hambre, las carencias de micronutrientes y la obesidad, al tiempo que los instó a aumentar las inversiones para mejorar la producción de alimentos y la distribución equitativa. Tomado de dominicanoshoy.com