Los equipos de rescate tras la pista del avión de AirAsia desaparecido con 162 personas a bordo recuperaron cadáveres y restos en el mar de la costa de Borneo el martes, una noticia que provocó escenas de dolor entre los familiares que esperaban angustiados alguna novedad sobre la aeronave.
El vuelo QZ8501 de AirAsia, un Airbus A320-200, perdió contacto con los controladores aéreos tras pedir permiso para ascender y evitar las nubes justo antes de desaparecer a primera hora del domingo, durante un trayecto desde la ciudad indonesia de Surabaya a Singapur.
La armada dijo que había recuperado 40 cadáveres hasta el anochecer.
La aeronave todavía no ha sido encontrada y no se mencionó la posibilidad de que hubiera supervivientes.
Las imágenes de cadáveres flotando se emitieron en la televisión y fueron vistas por los familiares de los desaparecidos reunidos en un centro de crisis en Surabaya. Varias personas se desmayaron, según un periodista de Reuters.
«Tienen que ser fuertes», dijo la alcaldesa de Surabaya, Tri Rismaharini, mientras tranquilizaba a los familiares. «No son nuestros, pertenecen a Dios».
El director de AirAsia, Tony Fernandes, que ha estado en Indonesia desde que el avión desapareció, dijo que regresaría a Surabaya.
«Cualquier cosa que podamos hacer en AirAsia se hará», dijo en Twitter.
Cerca de 30 barcos y 21 aeronaves de Indonesia, Australia, Malasia, Singapur y Corea del Sur participan en la búsqueda en unas 10.000 millas náuticas cuadradas.
El Ejército de Estados Unidos dijo que el USS Sampson, un destructor de misiles, llegaría a la zona a lo largo del día.
El vuelo QZ8501 viajaba a 32.000 pies de altitud (9.753 metros) y había solicitado volar a 38.000 pies, dijeron previamente las autoridades.
Pilotos y expertos en aviación han dicho que las tormentas y las solicitudes de permisos para ganar altitud y evitarlas, no eran extrañas en esa zona.
El piloto indonesio era experimentado y el avión había sido revisado por última vez a mediados de noviembre, según la aerolínea.
Discusiones online entre pilotos se han concentrado en datos no confirmados de un radar secundario de Malasia que sugieren que la aeronave estaba ascendiendo a una velocidad de 353 nudos, unos 100 nudos por debajo de lo necesario en medio del mal tiempo, y que eso podría haber provocado una pérdida de sustentación.
Pistas
El avión, cuyos motores fueron fabricados por CFM International, copropiedad de General Electric y la francesa Safran, carecía de diagnóstico o vigilancia de motores a tiempo real, según un portavoz de GE.
Este tipo de sistemas se usan sobre todo en vuelos de larga distancia y pueden aportar pistas a las aerolíneas y a los investigadores cuando las cosas van mal.
Tres desastres aéreos en menos de un año han hecho mella en la confianza de la industria de la aviación de Malasia y asustado a los viajeros de toda la región.
El vuelo MH370 de Malaysian Airlines desapareció el 8 de marzo en un trayecto entre Kuala Lumpur y Pekín con 239 pasajeros y tripulación a bordo y no se ha encontrado todavía. El 17 de julio, el vuelo MH17 de la misma aerolínea fue derribado sobre Ucrania con 298 personas a bordo. Todos murieron.
En el vuelo QZ8501 viajaban 155 indonesios, tres surcoreanos y una persona procedente de Singapur, otra de Malasia y otra de Reino Unido. El copiloto era francés.
Indonesia AirAsia es propiedad en un 49 por ciento de la aerolínea de bajo costo malaya AirAsia.
Responsables de seguridad de Estados Unidos dijeron que estaban revisando las listas de pasajeros y tripulación pero que no habían encontrado nada significativo y estaban abordando el suceso como un accidente aún sin explicación.