Una intoxicación severa por alcohol podría provocar irremediablemente la muerte por el efecto directo al sistema nervioso central, donde inhibe una sustancia que controla la respiración, pudiendo ocasionar un paro cardiorespiratorio.
También al provocar la eliminación de azúcar, la persona corre el riesgo de sufrir una hipoglicemia, que puede resultar muy peligrosa para su salud.
El alcohol afecta casi todos los órganos, razón por la cual el individuo siente síntomas variados en casi todos los miembros, sobre todo en el cerebro.
Su abundante consumo produce una inhibición de la hormona antidiurética que controla la orina, o sea que al desbloquearla se produce más micción. Es por eso que cuando se ingiere bebidas alcohólicas es usual aumentar la necesidad de orinar, porque hace un efecto sobre la hormona que lo controla en el riñón.
“Esa condición hace que la persona tienda a deshidratarse y es por eso que se recomienda junto al alcohol ingerir líquidos, lo que sería favorable para mantenerse hidratado”, sostuvo el doctor Ascanio Abreu Polanco, al comparecer en el programa Con el Consumidor, que dirige Pablo Toribio, por Telesitema, canal 11.
Abundó que la deshidratación produce que la meninge (membrana que cubre el cerebro) al perder líquido lo comprima, lo que entonces produce dolor de cabeza.
El alcohol disminuye el azúcar mediante un proceso metabólico en el hígado, donde se encuentra en forma de una sustancia que se llama glicógeno, sobre el cual produce efecto y hace que pase a la sangre y se elimine más rápido, pudiendo correr el riesgo de tener una hipoglicemia, que resulta muy peligroso para la salud de la persona.
Igualmente, el alcohol hace un efecto sobre el bulbo cerebral, sustancia que controla la respiración, pudiendo provocar un paro cardiorespiratorio; o sea que el afectado puede dejar de respirar y morir.
Este es uno de los síntomas de la intoxicación severa, donde tiende a haber más lentitud y al individuo se le dificulta inhalar porque disminuye esa capacidad.
El especialista advirtió que para la intoxicación por alcohol no existe un tratamiento específico y que se aplica un procedimiento sintomático. Si es leve se trata con reposo, mucho líquido, un analgésico y se recomienda evitar la luz y los ruidos, por lo general se supera solo.
Si la intoxicación es más severa, entonces hay que vigilar a la persona y ponerle soluciones endovenosas para hidratarlo. En estos casos se le aplica un suero con dextrosa y también se le puede inyectar solución azucarada al 50%, para combatir la hipoglicemia.
Además, se puede utilizar complejo B1 y B6 que posee un efecto que deprime la intoxicaciones y hay que vigilar al paciente de cerca, sobre todo las vías respiratorias, la presión y pulso.
En los casos ligeros se acostumbra a colocar hielo en algunas partes del cuerpo y darle café, para ayudar a reanimarlo, pero científicamente no tiene efectos sobre el alcohol.
Estas recomendaciones son importantes en la época de Navidad y Año Nuevo donde se acostumbra a beber mucho alcohol. En tal sentido se aconseja ser prudente con la ingesta de bebidas alcohólicas, pues de no existir límite y moderación las consecuencias serían graves, tal y como advirtió el doctor el Abreu Polanco.