Petróleo, pasajes y guapos selectivos

La peor forma de mostrar valor es coger piedras para los más chiquitos o movilizar un tanque de guerra para dominar a un nido de ratas. El “guapo” que no gana en esas condiciones es un inútil.

Ese tipo de guapos están empaquetados en estos días opinando por todos lados a propósito de las sustanciales bajas que se registran en los precios del petróleo en los mercados internacionales.

Están haciendo exigencias conminatorias a los transportistas para que bajen los pasajes y fletes en el transporte público en la proporción que han bajado los combustibles terminados en el mercado local, que por supuesto no se corresponden en su totalidad con las bajas del petróleo.

No hay duda de que es de justicia que si los precios de la gasolina, el gasoil, el keroseno, el avtur han visto disminuir sus precios al público, el transporte que utiliza ese tipo de carburante debe ajustar los pasajes también a la baja.

Pero los “críticos” son tan selectivos y repetitivos cogiendo piedras para los más chiquitos que parecen solo mirar hacia los sindicatos-empresas que dirigen Juan Hubieres, Antonio Marte, Ramón Pérez Figuereo y Blas Peralta, a quienes selectivamente también llaman “los dueños del país” para encubrir a los verdaderos amos que a lo largo de siglos se apropian del Presupuesto y tienen a los dominicanos en condición de rebaño.

¿Pueden Hubieres, Marte, Pérez Figuereo y Peralta rebajar los pasajes y los fletes porque bajaron los combustibles?

Los vehículos que se mueven con gasoil han experimentado beneficios con la baja de cerca de 30 pesos por galón después de la debacle de los precios del petróleo, pero los vehículos que utilizan gas licuado de petróleo (GLP) y gas natural (mayoritariamente “carros de concho”, voladoras, taxi y furgonetas) no han sentido las insignificantes rebajas al GLP y el mantenimiento del mismo precio del gas natural.

Por lo visto el grueso del transporte no colectivo sigue pagando los mismos precios por los combustibles.

A pesar de que el gasoil ha disminuido de precio, las voces “críticas” se ceban solo en el lomo de los sindicalistas pero ninguno ha preguntado si las empresas Caribe Tours, Metro, Transporte Espinal, Noel, Bávaro, entre otras que no pertenecen a los sindicatos, han bajado los pasajes o esos mismos valientes les han pedido que los bajen.

¿Cuántos comentaristas agresivos contra los sindicalistas han reclamado a American Airlines, Continental, Jet Blue, al Ferry, a las flotas mercantes, a las empresas que alquilan aviones y helicópteros en el país, entre otras, que bajen los pasajes y fletes porque los combustibles bajaron la misma cantidad para ellos que para los odiados transportistas?

El director de la Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT), Héctor Mojica, hizo el ridículo esta semana anunciando una rebaja de los pasajes que duró solo horas para echar para atrás ante la reacción natural de los transportistas de que no la cumplirían.

Mojica quiso sacar músculo con los sindicatos-empresas olvidando que con todo el poder que tiene el ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, tuvo que quedarse con el “moño hecho” –y las casetas de cobro también- cuando quiso aumentar los peajes en un 300 por ciento y los sindicalistas odiados se lo impidieron, para su beneficio y para el de toda la ciudadanía que tampoco tuvo que pagar ese descarado incremento administrativo de los peajes obligatorios en carreteras construidas por Trujillo y Balaguer.

La selectividad para reclamar rebajas llega al colmo del masoquismo cuando ni uno solo de los críticos valientes de que está llena la prensa dominicana ha dicho una sola palabra para reclamar rebaja en la tarifa de la energía eléctrica que se mueve mayoritariamente con derivados del petróleo.

Ni uno solo salió al frente de las declaraciones de Rubén Jiménez Bichara, jefe de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), cuando declaró que las rebajas del petróleo no inciden en el costo de producción de energía (¡En el único lugar del mundo que sucede así!) por lo que la tarifa seguirá igual.

¿La baja sustancial del precio del petróleo permite rebajar los pasajes y los fletes del transporte público pero no la tarifa eléctrica?

Si bien es cierto que los aumentos del petróleo no disparan la tarifa eléctrica, el ciudadano común no debe dejarse tomar el pelo pues la factura que le llega cada mes siempre es más alta que la anterior e incomparablemente mayor que la del mismo mes del año anterior. ¡Sin subir la tarifa ni mejorar el servicio! Son magos de la manipulación y expertos en comprar complicidad.

La diferencia entre los sindicatos-empresas del transporte y las empresas comerciales de la CDEEE radica en que el pasaje se aumenta con anuncio previo que es recibido con todas las críticas por el rebaño a que ha quedado reducido el pueblo dominicano, mientras que la Superintendencia de Electricidad anuncia que las tarifas siguen iguales pero la factura aumenta en forma sostenida dando la misma cantidad de energía y de apagones. ¡Cerdo que no grita, cuchillo con él!

Pero los críticos especialistas en tirar para abajo y aplaudir para arriba prefieren seguir en lo suyo sin molestarse a revisar su conciencia, pues el pueblo sabe que no son masoquistas, sino que se han entendido con los de arriba para joder a los de abajo.

Después hacen de plañideras cuando ven a organismos internacionales reclamando “estándares” internacionales de justicia y de comportamiento ético.

¿Cuándo van a despertar? Muy probablemente cuando las tropas de ocupación estén en el “Placer de los Estudios” como le sucedió al pretendido todopoderoso Desiderio Arias cuando dormía plácidamente en la Fortaleza Ozama en la primavera de 1916… y despertó atolondrado para salir huyendo, dejando una estampa de patriota que se ha prolongado en el tiempo como si fuera una huella genética. Autor: Felipe Ciprián