El incidente en que cuatro reporteros fueron agredidos por seguidores del expresidente Leonel Fernández ha dividido o ha puesto a pelear a muchos periodistas. Algunos justifican (o así se ha interpretado), la agresión y otros la rechazan.
Periodistas veteranos de la talla de Miguel Ángel Núñez y Altagracia Salazar -unos viejos amigos- se lanzaron dardos envenenados en las redes sociales, aunque de forma indirecta.
Aclaración del periodista Miguel Ángel Núñez Reynoso sobre los incidentes en el acto de Leonel Fernández:
Con relación a los incidentes del miércoles, frente al hotel Embassy Hilton hay cosas que debo aclarar para que no se piense que defiendo a unos supuestos o reales paleros que habrían actuado para repeler las agresiones verbales que con frecuencia se vierten contra el expresidente Fernández.
Lo primero es que jamás defenderé una actuación que lesione ni verbal ni físicamente a un colega, porque sería ensuciar el agua que habré de beber; pero, tanto con el tema de los haitianos, los ataques que vienen en forma de sentencias de la CIDH, como el de la corrupción, de no creo que exista licencia que ampare a alguien que valiéndose de cualquier tipo de medio electrónico, presencial o virtual, lo utilice para el insulto y la agresión, aun se trate del peor criminal, porque para eso existen los tribunales.
Y para no seguir más con este tema, porque prometo no volver a abrir eso que llaman redes sociales, señalo que junto al expresidente Leonel Fernández, estaban los empresarios y sus ejecutivos más cercanos pagando mil dólares por boleta, mientras en la parte frontal estaban empleados de esos empresarios, denostando y asqueroseando, porque de eso es que se trata, de una doble moral bien disimulada….Ya cerraré la página de las redes sociales, aclarando que los que tengan amigos que quieran perder que sigan en ella, yo estaré fuera de ellas para conservar los que me quedan, que bastante difícil es lograrlos sinceros.
Esto fue lo que escribió Altagracia Salazar, que trajo la reacción de su amigo Miguel Ángel Núñez:
Tengo 53 años. Nací cuando la dictadura de Trujillo agonizaba. Era la época de los legendarios «Paleros de Balá» grupo del que el asesor presidencial Vincho Castillo era un prominente miembro. Esta foto muestra a esos personajes en el año en que nací y la de al lado a los nuevos paleros llevados ayer para proteger a Leonel Fernández de un grupo de ciudadanos que simplemente quería expresar su descontento con su régimen de robo y de enriquecimiento.
Lo peor de esta situación ha sido ver como amigos de toda la vida defienden lo indefendible.
Sé que esa gente defiende el plato del día. Esos son víctimas. Los otros, esos son cómplices.