Organización Reporteros sin Frontera celebra sus 30 años

Con ocasión de sus 30 años de existencia, Reporteros sin Fronteras (RSF) publica un informe en el que recuerda sus tres décadas de lucha por la libertad de información

RSF cumple 30 años. Con motivo de este aniversario nuestra organización publica un informe en el que aborda los desafíos actuales en cuestión de libertad de información, las combates actuales de nuestra organización y las tres décadas de lucha que forman parte de su historia.

En este documento titulado «Al rescate del periodismo independiente – 30 años de lucha”, la organización recuerda sus mayores campañas, las liberaciones de periodistas por las que ha luchado, sus operaciones de alto impacto, sus intervenciones ante las instancias internacionales, sin olvidar la ayuda concreta que ha ofrecido a periodistas amenazados, agredidos o exiliados. RSF rinde homenaje a todos estos héroes de la información entrelazando la pequeña historia con la grande.

 “La pequeña gran ONG”

Desde su creación en Montpellier en 1985, hasta su nominación al Premio Nobel de la Paz en 2014, Reporteros sin Fronteras ha sabido convertirse a lo largo de 30 años en una ONG internacional presente en los cinco continentes, que posee un estatus consultivo ante la Organización de las Naciones Unidas y la Unesco. Hoy en día la labor de la organización se difunde gracias a su red de más de 150 corresponsales, y sus 12 oficinas y secciones en el mundo.

En el prólogo del informe, el Secretario General de la organización, Christophe Deloire, describe a RSF como una «pequeña gran ONG», parafraseando a Victor Hugo cuando se refería a Gavroche. “En 30 años RSF se ha convertido en una pequeña muy grande ONG», explica. “En la nueva era de la propaganda en la que entramos, el mundo necesita a Reporteros sin Fronteras. Total, violento o sutil, el control de la información toma formas inéditas a las que los ciudadanos libres deben enfrentarse con todas sus fuerza”, agrega.

Activismo en las venas

El de RSF es un activismo contra viento y marea. Ha consistido en: crear una radio pirata en pleno Pekín durante los Juegos Olímpicos de 2008; ir a Kiev en 2002 para obtener muestras del cuerpo de un periodista asesinado, hacer que expertos las analicen y que se mueva un juez apático; participar en una comisión de investigación sobre la muerte de Norbert Zongo, asesinado en su automóvil en Burkina Faso en 1998 y dar prueba de tenacidad para que 16 años después se vuelva a abrir la investigación oficial.

RSF es una fuerza de movilización sin igual. Desde el caso de Brice Fleutiaux, rehén en Chechenia en 1999, RSF ha movilizado la opinión pública en más de 20 casos de periodistas secuestrados. La proyección en el Arco del Triunfo en 2010 de los retratos de Stéphane Taponier y Hervé Ghesquière, secuestrados en Afganistán, quedará como un símbolo de este compromiso inquebrantable de liberar a los periodistas secuestrados en las regiones más peligrosas. A su regreso, estos reconocieron la importancia de esta movilización mientras se encontraban cautivos. Cuando en 2013 los periodistas Didier François, Édouard Élias, Nicolas Hénin y el fotógrafo Pierre Torres fueron secuestrados en Siria,

RSF se movilizó hasta su liberación, en 2014

Ayudar a los medios de comunicación y proteger a los periodistas

Durante el asedio a Sarajevo murieron cinco miembros del equipo del diario Oslobodenje en un bombardeo a sus oficinas. RSF decidió ofrecer ayuda a este símbolo de la resistencia a la violencia que arrasaba la región. La organización proporcionó al periódico: papel, víveres y hasta un camión blindado para garantizar la seguridad de los periodistas de la redacción. En Haití, días después del sismo de enero de 2010, RSF creó un centro operacional para los medios de comunicación en Puerto Príncipe. Hoy en día RSF apoya a Radio Erena, que emitiendo desde París es el único medio de comunicación independiente dirigido a Eritrea.

RSF está presente en los lugares convulsos.

En 2014 envió a Ucrania cascos, gafas y máscaras para que los periodistas pudieran cubrir los enfrentamientos en la plaza Maidán. Asimismo, la organización impartió formación en protección física a cerca de 100 periodistas en Pakistán, donde la cobertura de las zonas tribales cada vez es más peligrosa. Con sus becas de asistencia financiera, RSF permite que los periodistas se pongan a salvo en un sitio seguro, tengan acceso a atención médica o que obtengan defensa legal.

30 años, una buena edad

RSF continúa apoyando sin desfallecer a aquellos que informan, pagándolo en ocasiones con su propia vida. Mazen Darwish en Siria, Raïf Badawi en Arabia Saudita o Gao Yu en China… todos se encuentran atrapados en sistemas represivos que basan su acción en una censura insoportable. Y cuando hasta en los países democráticos se reprime a las voces independientes –como la del informante Edward Snowden–, RSF emprende también allí una lucha por la libertad de información, sin descanso.

Frente a sus numerosos desafíos, Reporteros sin Fronteras continuará con su misión a favor de una prensa libre e independiente, con compromiso, intensidad y pertinencia.