Nuevas posibilidades del antirretroviral Truvada en la prevención del VIH

Una nueva investigación, publicada en el New England Journal of Medicine, indica que el antirretroviral Truvada previene la transmisión del VIH cuando se consume antes y después de tener relaciones de riesgo. Los participantes del estudio que recibieron el fármaco contrajeron un 86% menos el virus que los que recibieron el placebo.

«Los sujetos de la prueba son mujeres transexuales y hombres con un alto riesgo de contagio del VIH, es decir, personas que hubieran tenido sexo anal sin protección con dos o más parejas diferentes dentro de un período de seis meses. Este estudio aclara el papel que Truvada desempeña en la protección de esta población”, explica Cécile Tremblay, investigador de la Universidad de Montreal (Canadá).

Los participantes recibieron pastillas suficientes para tomar todos los días durante la duración del estudio –unos 9,3 meses de media–, pero se les pidió que el consumo consistiera en dos píldoras antes de la práctica de riesgo, una tercera 24 horas más tarde y una cuarta píldora 24 horas después. En los casos en los que los participantes practicaban sexo con más frecuencia se les solicitó que tomaran una pastilla al día y luego dos pastillas después de la exposición.

En cifras, 14 de las 201 personas que formaban parte del grupo del placebo adquirieron el VIH, frente a dos en el grupo en el que tomaban Truvada.

«En ambos grupos, los participantes tomaron una media de 15 pastillas al mes, lo que demuestra que se sentían capaces de juzgar cuando era necesario emplearla», señala Tremblay.

«Sin embargo, el 28% de los participantes no tomó las píldoras y un 29% lo hizo en una dosis subóptima. De hecho, las dos personas en el grupo del fármaco que se infectaron no se habían medicado”, concreta.

Precisamente la poca constancia en la ingesta de la medicación fue una de las razones por las que se realizó el estudio: investigaciones previas habían mostrado una alta eficacia de Truvada como medicina preventiva cuando se tomaba todos los días, sin embargo conseguir que la gente en riesgo lo ingiriese de forma habitual era complicado.

La parte placebo del estudio finalizó tras comprobar los beneficios de Truvada. Sin embargo, los científicos continúan trabajando con los participantes del grupo del medicamento para analizar si la adherencia al fármaco cambia o no a lo largo del tiempo.

Truvada fue aprobado en 2004 para el tratamiento de personas infectadas con VIH. En 2012, la Agencia de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA, en sus siglas en inglés) dio luz verde a la comercialización de este fármaco como medida preventiva destinada a personas sanas con alto riesgo de contraer el virus.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la expansión de la terapia antirretroviral ha supuesto menos muertes por sida. Al mismo tiempo, el aumento y la mejora de la prevención han reducido el número de infecciones por VIH. Desde el pico de la enfermedad, en 2004, el número de muertes ha disminuido en un 42% y la cifra de nuevas infecciones se ha reducido en un 35%.

En la Asamblea General de Naciones Unidas del pasado septiembre, los líderes mundiales suscribieron una nueva serie de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que incluyen la intención de poner fin a la epidemia de VIH para el año 2030. Reducir el número de nuevas infecciones al 75% y doblar el número de personas en tratamientos antirretrovirales para el año 2020 son los primeros pasos para conseguir este objetivo.

Como parte de esta prevención, la OMS recomienda el uso de antirretrovirales como Truvada para disminuir las posibilidades de contagio entre la gente en alto riesgo, una práctica que se denomina profilaxis preexposicional. (Fuente: SINC). Tomado de noticiasdelaciencia.com