Un trabajo de opinión publicado este sábado en el sitio digital elnacional.com.do y firmado por Pedro Mendoza, Jefe de Cuidados Intensivos del hospital José María Cabral, cuestiona la percepción oficial sobre los accidentes del tránsito.
El autor observa que alarmados varios organismos del Estado, la prensa nacional y hasta el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ante la altísima tasa de mortalidad que conllevan los accidentes de tránsito en República Dominicana, han contratado una empresa coreana para que investigue la infraestructura vial.
Eso quiere decir que estas instituciones creen que el hecho de que tengamos una cifra de muertos del tránsito terrestre que alcanza la tenebrosa tasa de 42 por cada 100 mil habitantes, ¡la segunda más alta del mundo entero!, se debe a las malas condiciones de las vías y mal trazado de calles y avenidas, indicó.
Mendoza sostiene que de cada 100 accidentes ocurridos en el país un 70 por ciento tiene como causa la generosa ingesta de alcohol, un 20 por ciento se debe a la falta de atención, otro cinco por ciento lo origina la falta de mantenimiento a los vehículos y tal vez el resto pueda atribuirse a condiciones de las vías.
Dice que los médicos de hospitales públicos están convencidos que la corrupción en las instituciones que deben velar por el cumplimiento de la ley de tránsito, el consumo excesivo de alcohol, las actitudes de los sindicatos del transporte y la irresponsabilidad de padres que toleran que sus hijos adolescentes manejen de manera temeraria o borrachos, son las causas de mortales accidentes.
El galeno aporta datos de la Unidad de Terapia Intensiva del hospital José M. Cabral y Báez, que muestran que de 125 pacientes atendidos con traumatismo severo a causa de accidentes de tránsito murieron 50 y la asistencia médica a los lesionados costó 162 millones de pesos (tres millones 745 mil dólares).
Añadió que de los 125 traumatizados graves, 82 habían consumido abundante alcohol y 20 fueron arrollados por choferes que manejaban ebrios.
Mendoza concluye que los muertos del tránsito disminuirán solo sí el Estado obliga a que se cumpla con la ley.