Para fundar el “Partido Leonelista” y abandonar las filas del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) un grupo de seguidores del expresidente Leonel Fernández enarbolan dos temores fundamentales. Uno: que de ganar las elecciones el presidente Danilo Medina hará lo que en el lenguaje del beisbol se llama “bateo y corrido”: Aprovechar su popularidad para modificar nuevamente la Constitución e ir en busca de su tercer mandato presidencial.
Dos: Ese grupo de dirigentes fieles a Fernández (que acumuló una gran fortuna en sus tres gobiernos) alegan que en el escenario que se plantea en las próximas elecciones “Leonel pierde como quiera…” Si Medina gana las elecciones él y su poderoso grupo en el gobierno y el PLD le dirán a Leonel: “Ganamos sin ti, tú no eres necesario: No te necesitamos”. Y así utilizarían el poder para seguir disminuyendo su figura política y propiciarían su expulsión del PLD; y el procesamiento en los tribunales de exfuncionarios del gobierno leonelista por enriquecimiento ilícito. De igual forma, si se pierden las elecciones, según ellos, culparían al exgobernante de que “se perdió porque no se integró a la campaña”.
La propuesta de que Leonel abandone el PLD y fundar el “Partido Leonelista” surgió por la queja de sus seguidores de que sectores del gobierno están detrás de la persecución judicial contra varios de ellos; y que presuntamente trajeron al país al narcotraficante Quirino Ernesto Paulino Castillo para que dijera que financió la campaña electoral de Leonel.
En los tres pasados gobiernos del PLD hubo un sector que acumuló fortuna (antes eran personas muy modestas), creándose una clase económica con mucho poder e influencia en diferentes estamentos del Estado. Ahora se sienten amenazados por el Presidente, que aunque es del mismo partido, responde a otros intereses y fortalece económicamente otro grupo leal a él.
Danilo ha logrado un acuerdo histórico con Miguel Vargas, líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), pero está pendiente resolver los conflictos internos. Uno de los enfrentamientos fue antes de la proclamación de Medina como candidato presidencial del partido oficial, y por eso las caras serias de ambos dirigentes. El “Grupo Leonel” había presionado para que en ese acto se anunciara la ratificación de la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández como candidata a ese mismo cargo. El gobernante se opuso alegando que no permitía que le pusieran “una camisa de fuerza”.
La relación entre ambos bandos es tan tirante que bastaría con ver las redes sociales, programas de televisión, escuchar la radio. Se agreden abiertamente. Cuando el gobierno es criticado por la oposición con temas como las visitas sorpresa, como enemigos acérrimos, los leonelistas hacen causa común con los detractores de Medina. Lo hacen sin importar que sea campaña sucia. Pero con el escándalo de Quirino los danilistas se unieron a la campaña sucia. Hubo empleados de prensa de la Presidencia que difundían, reenviaban y comentaban todos los ataques del narcotraficante contra Fernández. El desenlace sobre la crisis en el PLD será tema de nuestro siguiente artículo: ¿Se concretará la idea de fundar el Partido Leonelista?Autor: Roberto Valenzuela