Danilo está en su peor momento

Las cosas están mal: Se han desatado todos los demonios a la vez. La vicepresidenta Margarita Cedeño, que había  gozado de buena imagen, llama “delincuente” al comunicador Marcos Martínez.  A capa y espada, insiste en una demanda por difamación e injuria que ha perdido en la Justicia y la opinión pública.

El presidente Danilo Medina va a una reunión con empresarios de Santiago y, según una crónica del diario 7Días.com.do, el encuentro acabó abruptamente. Se marchó una hora antes de lo acordado. “… Ustedes mientras más tienen más quieren”, les habría reprochado el gobernante a los empresarios por una serie de cosas que le habían pedido.

Lo último que escuché es que expertos en el manejo de la imagen del Presidente, preocupados por los escándalos, son los responsables del plan para que el valiente alistado Daurin Muñoz  denunciara los bajos salarios de la Policía, a fin de sacar de la opinión pública el tema de la Oisoe (Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado). El escándalo, que ha estremecido el país, se desató luego que un arquitecto se suicidara, agobiado por las mafias que operan en esa entidad.

El caso del policía ha dado un giro raro. Daurin reculó: Retiró el recurso de amparo que había elevado en prevención a que no lo cancelen. Alaba a los dos responsables de los bajos salarios, el Presidente y al jefe policial Nelson Peguero Paredes. Se muestra asustado e inocente. Asegura que su intención no fue dañar al “buen” jefe de la “PN” o hacer campaña “sucia” contra el Partido de la Liberación Dominicana (PLD). ¿Sabrá en el lío que se metió?

Por un asunto cultural, los plátanos forman parte de la dieta básica de los dominicanos: Ningún Presidente juega con eso, ya que hasta lo tumban.  Ahora están escasos, caros: Se vende  la unidad a 20, 25, 30 pesos. Más de 30 productos de consumo masivo han subido de precio. La carestía del plátano ha sido tan fuera de lo común que le han escrito canciones burlonas, comedias y todos tipos de jocosidades.

La delincuencia se ha convertido en la pesadilla dominicana. El gobierno del PLD no sabe cómo encarar el problema.  En momento en que se publica este artículo a cuántas personas están atracando, robando, violando, asesinando, secuestrando…

Aunque tengo un tiempo que no veo las encuestas, es indiscutible que el gobierno pasa por su peor momento, desde que Medina asumió el control del Estado el 16 de agosto de 2012. Una cosa extraña en estos países pobres y conflictivos es que el mandatario pasó tres años de luna de miel con la oposición, que estaba ocupada en la lucha contra la corrupción de los gobiernos de Leonel Fernández.

Recordemos la denuncia del “hoyo fiscal” y el escándalo sobre la supuesta vinculación entre el narcotraficante Quirino Ernesto Paulino Castillo y Fernández. En una actividad en Nueva York le vocearon “ladrón, ladrón”. Escupieron al exministro de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa. A las mujeres, incluida la vicepresidenta, que acompañaban al exgobernante le vocearon “chapeadoras”.

Los danilistas hacían causa común con los críticos de Leonel y ayudaban en ese proceso, con el propósito de quitarlo del camino para que Medina pudiera aspirar nuevamente. El gobierno  debe agradecer a Leonel que durante tres años fue un dique, muro de contención, un “sambá” que cogió todos  los golpes  de la oposición, la sociedad civil y los ciudadanos inconformes, con frustraciones de los 15 años de gobiernos del PLD.

Ahora se viró la cosa. Leonel fue “noqueado”  por un acuerdo político y una reforma constitucional que permite a Medina aspirar nuevamente a la Presidencia. Como es natural, los golpes políticos van dirigidos hacia él.

El gobierno pasa por su peor momento, la oposición va de mal en peor: Está dividida y desarticulada. Si las cosas no cambian en los siete meses que faltan para las elecciones, a pesar de los escándalos,  el PLD seguirá en el poder. La gente distingue a Medina entre los demás políticos de “RD”. Autor. Roberto Valenzuela