Casetas vacías, sin libros ni visitantes, es el escenario que ofrece la Zona Colonial en donde, desde el pasado viernes 22 y hasta el lunes 2 de mayo, se lleva a cabo la Feria Internacional del Libro, versión vigesimocuarta
Por: Claudia Fernández
Santo Domingo, RD. –La extensa y amplia Plaza de España, rodeada de importantes edificaciones coloniales, más bien parece un cementerio. La desolación es la nota predominante en lo que debería ser una fiesta de promoción a la lectura, claro, poca promoción publicitaria y la oficial, “Ven al Libro”, lo que menos hace es promocionar esta.
Ni la buena ni la mala, mucho menos la lectura promedio. A diferencia de Semana Santa, cuando media población se desplazó a divertirse y compartir en playas, resorts, balnearios, colmados y colmadones en toda la geografía nacional, el escenario de esta feria de la cultura ha resultado un fracaso, por lo menos en los días que lleva abierta (la esperanza es que en el transcurso de la semana se active la situación).
¿Quién sería el genio que creó la publicidad de esta actividad tan importante, que llevaba dos años sin celebrarse debido a las restricciones de la pandemia?
“Si no te gusta la lectura, hay distintas opciones, “performance, diversiones, ‘Ven al Libro’, es más o menos lo que se escucha en la radio promocionando la Feria del Libro que, este año está dedicada a dos signatarios de la nueva literatura dominicana. Pedro Peix y Carmen Natalia, quienes iniciaron el surco de un nuevo tipo de literatura, que revolucionó a la generación de los 60’s a los 80’s.
El iconoclasta poeta, ensayista, crítico de arte y novelista de los tortuosos años 70’, Pedro Peix, cuya novela “El placer está en el último piso”, publicada en 1974, rompió los esquemas de una sociedad moralista e hipócrita.
De la laureada escritora, periodista, feminista y poetisa romántica Carmen Natalia, fue de las primeras mujeres en enfrentar al régimen dictatorial de Trujillo, por lo que tuvo que salir del país y formar parte de la diáspora dominicana de la época.
El Ministerio de Cultura no se ha preocupado en hacer promoción de la obra y vida de estos dos talentos dominicanos, reconocidos en Europa y América Latina como pioneros de las letras modernas dominicanas.
No. Trata de convencer a través de la realización de actividades artísticas, diversión y otras menudencias, la asistencia de público al que no le interesa la lectura, un público acostumbrado a la Internet y las redes sociales, en los que la inmediatez del momento es lo que importa. Ah, y conseguir seguidores a las publicaciones que se hacen en el día a día.
La promoción de esta feria, que debió ser impactante, no ha logrado llegar a la ciudadanía, ya que lo promocionado no tiene nada que ver con la literatura y el arte de escribir o el apego a géneros literarios. No, se limita a promocionar lo banal dejando de lado lo importante. La literatura, la buena lectura, pero no se puede esperar nada más.
Pensar que la actual ministra de Cultura promociona la boda de su hija a través de las redes sociales, en lugar de utilizarlas para la promoción de la lectura, cultura, artes. No se critica que fuera presentadora y conductora de televisión, además de reina de belleza…Sin comentarios.
La Unión Europea es el invitado especial en esta ¿exaltación? a la cultura, la lectura y el conocimiento. La pregunta que surge en este ámbito es, ¿qué pensarán los invitados a participar en la actividad cultural, a quién o quiénes ofrecerán sus conocimientos literarios? Es para pensar.
Un proyecto natimuerto antes de su inicio, en eso se ha convertido la XXIV Feria Internacional del Libro en República Dominicana. Si no se fomenta la lectura, cómo progresa un país. Lamentable pero cierto.
En su inicio la Feria del Libro luce desierta
La Plaza de España, en el corazón de la zona colonial, luce totalmente desierta y con cubículos vacíos, tanto de personas como de libros.
Un recorrido por el espacio donde funciona actualmente la XXIV Feria Internacional del Libro, dedicada a dos prominentes autores dominicanos es un cementerio con casetas vacías igual que sepulcros. –Adpress.com