Por: Franklin Castillo
Con el anuncio de China, Turquía y Reino Unido de aplicar una tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19, como estrategia para contrarrestar la presencia de otras posibles variantes en las personas ya inoculadas con sus dos dosis, y que las autoridades dominicanas hayan decidido hacer lo mismo, habla muy bien del gabinete de Salud, y del presidente Luis Abinader, quien no ha escatimado esfuerzos para adquirir cuanto antes los biológicos necesarios para proteger lo mejor posible la población y podamos volver cuanto antes a la normalidad.
Además, de que evidencian tener manejo del tema, ya que, aunque no esté científicamente demostrado que se requiera de una dosis adicional y diferente a las dos ya recibidas, al parecer es una decisión que será anunciada próximamente por la comunidad científica, y por lo tanto China decidió aplicar una tercera desarrollada por Pfizer y BioNTech.
Esta medida, sin temor a equivocarme, contribuirá en gran medida a despejar cualquiera duda, conjeturas y en cierto modo algunos cuestionamientos que se forjaron en torno a la decisión del Gobierno de aplicar de manera voluntaria una tercera dosis con una vacuna diferente a las ya recibida contra el Covid-19, para crear más anticuerpos a quienes han asumido con responsabilidad vacunarse.
Al día de hoy, de acuerdo al reporte del gabinete de Salud, se han aplicado nueve millones de dosis de la vacuna contra la Covid-19, y más del 45% de los dominicanos han completado el esquema, por lo que están en mayor capacidad de enfrentar dicha enfermedad.
Si la tercera dosis garantiza más anticuerpos y en consecuencia mayor protección ante nuevas variantes, ya presentes en países como los Estados Unidos, donde se dice ha provocado rebrotes de la enfermedad en algunos estados, vamos a tomar conciencia y aplicárnosla, sobre todo si tenemos el privilegio, producto de las gestiones que se hicieron con antelación, precisamente para poder disponer de vacunas, frente a otros países similares que aún no han iniciado su vacunación.
La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de que se concluya con la etapa ya iniciadas para luego abocarse a otro proceso, no es porque la tercera dosis no sea necesaria, sino, más bien, porque prefieren el acceso universal a los biológicos, por lo anteriormente expuesto, independientemente de que se haya demostrado o no científicamente.
Así que contamos con un stop de cerca de tres millones de dosis de vacunas, y éstas son las mejores y única herramienta con que contamos para enfrentar esta terrible enfermedad, por lo que debemos acudir a los puestos a demandar de las mismas. Mientras más protegidos estemos, menos posibilidades tendremos de enfermar y en consecuencia morir por esta causa. ¡Vacúnate! El autor es periodista, miembro del Círculo de Periodistas de Salud