Por: Raydina Lora
Exceso de velocidad, alcohol y otras sustancias psicoactivas son las principales causas de los accidentes de tránsito. La cifra es alarmante ya que el 70 % son de jóvenes menores de 25 años son víctimas de accidentes de tránsito y con mayor frecuencia son conductores de motocicletas.
Las cifras son claras: nuestros jóvenes se están muriendo en accidentes de vehículos. Ni las enfermedades ni las muertes violentas cobran anualmente tantas vidas como aquellas que desafortunadamente se pierden detrás de un timón o un volante.
Un reciente estudio llevado a cabo por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), indicó que los accidentes de tránsito son la principal muerte en los jóvenes latinoamericanos. En nuestra sociedad dominicana los accidentes de tránsito constituyen un mal endémico que año tras año cobra la vida de cientos de jóvenes. Es por esto que el sector empresarial, la sociedad civil y todos los actores sociales deben sumarse a las iniciativas gubernamentales para que de una vez por todas podamos frenar estos eventos que nos afectan a todos por igual.
La República Dominicana es el 2do país donde se registra la tasa más alta de muertes por accidentes de tránsito, según un informe realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la situación mundial de la seguridad vial.
¿Qué recomiendo? Como he indicado, un accidente de tránsito no es cualquier tipo de accidente, son de esos en los que fácilmente se pierde la vida, por lo tanto, sugiero que se debe mejorar la información: es importante que las y los jóvenes conozcan las causas y consecuencias de los accidentes, debemos educar desde la infancia: la información vial en los centros educativo públicos y privados pueden ayudar mucho a formar a los nuevos conductores; fomentar la educación vial en tus hijos y conviértete en un ejemplo para ellos, y sobre todo tomar conciencia que cuando se va a consumir bebidas alcohólicas, debemos designar a un conductor que no haya ingerido alcohol.
Recuerden queridos lectores “manejar con responsabilidad es un deber de todos y todas”. La autora es Orientadora y Psicopedagoga.