“Entre dos de mis amores: la música y el deporte”

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Para Gerardo Alonso la vida tiene el matiz que impregnan sus raíces, esas que una vez que crecen, nada ni nadie puede arrancar. Nacido en Cárdenas, Matanzas, Cuba, la música le fue afín desde pequeño, de la mano de su padre, el gran trovador, compositor y guitarrista Florencio Alonso, quien dirigió varios grupos musicales, como el cuarteto Los Decanos e integró importantes grupos dedicados a interpretar la música campesina, el bolero ranchero y el Son, entre muchos otros.

Gerardo Alonso bebió de esa riqueza cultural y  siendo apenas un adolescente, formó y fue el director del grupo XX Aniversario, uno de cuyos temas, nacido de su pluma, y titulado “Dime amor”, devino himno juvenil de esos días en la centenaria ciudad nativa de  Cárdenas, y trascendió a emisoras provinciales y nacionales.

De su incansable afán por componer baladas, sones y típicos guaguancó, que acompañó siempre guitarra en mano, o sacando brillantes tonos percusionistas de los tambores batá, surgieron temas como: “Pensé por un momento”; “Mamá, tu ausencia”; “Ay, Nitza”; “Pasear contigo”; “Perdí la fe”; entre otras.

Pero Gerardo Alonso decidió siempre vincular a su quehacer artístico el deporte, cuyas ejercitaciones le acompañan hasta estos días. Graduado de la Escuela Superior de Educación Física “Comandante Manuel Fajardo” en 1977, realizó, posteriormente, dos años de estudios y prácticas en la Espa, Escuela Nacional de Deportes Cuba, también conocida como ESPA Nacional, especializándose en el área de lucha y baseball.

Se destacan, además, sus funciones como profesor y referee durante los años 1975 al 1979 y  el honor de topar con los mejores representantes de lucha libre en el ámbito nacional e internacional, alcanzando excelentes triunfos en la división de 52,57 y 60 kilos.

Premiado y catalogado como uno de los grandes atletas luchadores de su época, en 1980 emigra a los Estados Unidos, donde música y ejercitación continúan siendo parte inseparable de su vida.

En los años 1980 hasta 2007 acompañó al destacado artista Fernando Lavoe (Polito), y también a Humbe y sus Estrellas; así como actuó con los Jimaguas, en West New York; con Bob y su conjunto; Amos y los bravos, entre muchas otras agrupaciones donde ha prodigado su talento musical junto a grandes estrellas.

Acerca de su quehacer actual, Gerardo Alonso destaca que se dedica a pequeños arreglos musicales y a enseñar su música a esta nueva juventud que le admira y recibe con beneplácito sus instrucciones.

Padre de tres hijos: Gerry, Ailyn y Ariel. Sus nietos Nathan, Matthew, Brandon y Tristan aman los encuentros con este sonero cubano, residente en Nueva Jersey, cuyas enseñanzas sobre los ritmos cubanos determinan que donde quiera que se vaya, la cultura se lleva como escudo infranqueable y, particularmente, en Gerardo Alonso Romero, se enriquece cada vez más, y perdura con ese amor entrañable que alimenta su alma a ritmo de son y guaguancó matancero, para decirnos con música y esmeradas improvisaciones repentistas, que “lo que bien se aprende, no se olvida”.

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