Bob Menéndez, ¿“Caballo de Troya” en la administración Biden?

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En tiempos actuales, el senador estadounidense por el estado de Nueva Jersey, Robert (Bob) Menéndez, resurge en el ambiente político de ese estado, donde algunos comentan la posibilidad de que actúe como “Caballo de Troya”, para vengarse  de Joe Biden, “en el entendido de que, igual que Barack Obama, el actual gobernante tuvo responsabilidad en la articulación de los expedientes judiciales por los cuales él tuvo que responder entre los años 2014 y 2017”,  señala Lilliam Oviedo en su artículo titulado: “La mano de Bob Menéndez…”, publicado en La Bazuca Noticias sin censura.

Según las propias fuentes, ha trascendido que sabotear la agenda de la actual administración formará parte de las acciones de Menéndez, con lo cual obstruiría los propósitos de Biden de rescatar la unidad bipartidista en los temas principales de la Nación, justificando su accionar solapado en la frágil mayoría de los demócratas en el Senado, y contando con el apoyo incondicional de su amigo, el senador republicano de origen cubano Marco Rubio, ambos empeñados en perjudicar el diálogo constructivo de Estados Unidos con los gobiernos de la región y, definitivamente, dañar los cambios necesarios e imprescindibles de la política exterior estadounidense en el hemisferio.

La articulista hace un recuento de los delitos por los cuales fue procesado Menéndez, de conspiración, tráfico sexual, fraude y sobornos; por encaminar proyectos “a cambio de donaciones y favores”, de motivar declaraciones falsas bajo juramento de trabajadoras sexuales menores de edad que había contratado en la República Dominicana y de defraudar al sistema de salud de los EE.UU., también, por su franca solicitud al  entonces secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, para que usara los medios necesarios a fin de evitar otra repostulación de Danilo Medina.

A su vez, menciona Oviedo la estrecha relación con el oftalmólogo dominicano Salomón Melgen, condenado en 2018 a 17 años de prisión por un fraude millonario contra el Medicare, y a quien antes de abandonar la Casa Blanca, Donald Trump otorgó el indulto. Pero, más allá de los 18 cargos federales por los que fue investigado y luego acusado por las unidades de Integridad Pública y Anticorrupción del Departamento de Justicia de los EE.UU., a Bob Menéndez se le conoce por ser de los críticos de la administración del expresidente Barack H. Obama.

Bajo el subtítulo de “A la derecha de la derecha”, Lilliam Oviedo reseña cómo, finalmente, en noviembre de 2017 “el juicio en su contra fue declarado nulo, porque el jurado no se puso de acuerdo en la calificación de su relación con Melgen, (…) pero ya los fiscales habían permitido que fuera a los tribunales”.

Cita a Leslie R. Caldwell, colaboradora de Obama y subsecretaria de Justicia, quien al referirse al caso, dijo: “La corrupción gubernamental, no importa en qué despacho y su categoría, destruye la confianza del público y debilita nuestro sistema democrático”.

Oviedo concluye que “se anuló el juicio, pero no se han anulado las contradicciones”, y  reflexiona sobre quienes se vinculan estrechamente a  Bob Menéndez en República Dominicana: “Tiene una relación estrecha con los dirigentes de la Fuerza Nacional Progresista, FNP. Se trata de Pelegrín, Vinicio y Juárez Castillo, hijos del abogado Marino Vinicio Castillo, quienes tienen lazos familiares y de negocios con Salomón Melgen y son socios políticos del expresidente Leonel Fernández. Esta última condición los vincula con el actual gobierno”.

La autora considera que  “desde su asiento, Bob Menéndez, quien además ha manifestado rechazo hacia el accionar de la vicepresidenta Kamala Harris, intentará sabotear el reinicio del acercamiento a Cuba y el diálogo de Estados Unidos con los gobiernos de Nicaragua y Venezuela (…) junto a Marco Rubio, Menéndez hará lo posible por entorpecer el avance en la política exterior dominicana” (…). Rememora que “la semana pasada, Pelegrín Castillo asistió al acto de presentación de una organización anticomunista en Miami llamada Frente Hemisférico por la Libertad. Asistió también Elías Wessin Chávez, del Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC), e Hipólito Ramírez, de la Junta Democrática Dominicana (…) La influencia de esta derecha en la política exterior dominicana, se percibe ya”, puntualiza el texto.

Las fuentes precisan que Robert (Bob) Menéndez y quienes le acompañan intentan revertir su visceral odio en promover sanciones contra todos los gobiernos partidarios del avance político. Entonces,  “es preciso identificar al enemigo y desenmascarar a sus representantes aquí y allá… Por el avance, por nuestros pueblos”, reafirma Lilliam Oviedo. Los pataleos de un posible “Caballo de Troya”, obedecen a la realidad de un mundo ya diferente, con propósitos que van más allá de artilugios y truncadas falsedades.

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